El Representante de los derechos humanos Justo German Cuevas denunció en el día de hoy, que a pesar de que existen varias órdenes de arresto encontra de unos presuntos delincuentes, las autoridades no hacen nada al respecto, asegura que lleva más de siete días que no puede ir a su hogar, ya que ha recibido fuertes amenazas, por parte se los supuestos desaprensivos.
Germán Cuevas, quien es director nacional de disciplina de la comisión dominicana de los derechos humanos, oficina Juan Almonte, denunció ante este medio que teme por su vida, ya que entiende que existe una complicidad entre delincuentes del sector Riviera del Caribe, Santo Domingo Este y agentes policiales designado a ese lugar, ya que estos se pasean en conjunto con los policías y no son apresados.
El presidente de la comisión dominicana de la institución ya mencionada Santiago Daniel Méndez manifestó, que es preocupante la situación, por la que está pasando su compañero, ya que según el, este está enfocado en su candidatura a regidor y a su negocio familiar hipotecario y que siempre se ha preocupado por el bienestar de la comunidad, siempre al frente defendiendo a los mas necesitados.
Otra que también mostró preocupación fue la señora Mikaulis Cuevas, hermana de Justo Germán Cuevas, quien asegura sentirse aterrorizada por la situación que están pasando y que cada vez que sale de su casa, o se le acerca la policía para cuestionarla o los delincuentes para amenazarla, indicó que vino al país junto a su familia a vacacionar pero que esta situación la tiene muy decepcionada.
De su lado Ruth Durán, quien es aspirante a regidora y perteneciente a la misma organización expresó que su esposo fue asesinado hacen dos años y que aún la persona acusada de cometer este crimen no ha sido apresado, sabiendo la policía donde este supuestamente se encuentra, pide justicia ya que asegura que su esposo no era una persona de problema, mas ben lo define como un hombre trabajador.
Piden a las autoridades dar una respuesta a esta situación, ya que aseguran que sus vidas están en manos de delincuentes altamente peligrosos, que son prófugos de la justicia y que andan en las calles como personas normales, pese a que varios de ellos tienen más de tres órdenes de arresto en su contra.