Gelimar del Carmen Palmar, mejor conocida como “Dulce”, nos mostró su casa, de la que, dice, no tiene “ningún tipo de vergüenza”.
Las paredes de su casa están hechas de bolsa plástica y costal. Duerme en la misma cama con dos de sus hermanas, al pie de sus hermanos, que son cuatro y comparten el mismo colchón.
“Pero no por vivir acá me siento menos“, dice. “Yo me siento orgullosa de mí misma, poque nunca pensé que fuera a vivir así y fuera capaz de soportar tanto”.
Su nombre es Gelimar del Carmen Palmar, pero le dicen “Dulce”. Tiene 18 años y las puntas del pelo pintadas de rojo. Quiere ser profesora y psicóloga.
Dulce vive en La Pista, un enorme asentamiento de migrantes venezolanos en Maicao, en La Guajira colombiana. Se estima que allí viven entre 12.000 y 15.000 personas. No tienen luz ni agua y no les dejan construir casas formales, con paredes de concreto, porque el refugio es supuestamente temporal.